En estos momentos de contingencia sanitaria, el mundo, los humanos, nos hemos visto en la necesidad de buscar y tener algunas alternativas para mejorar nuestra condición de salud, lo cual implica no solamente cuidar nuestra dieta y calidad de los alimentos que consumimos, sino también estar en equilibrio con nosotros mismos y con las personas que están en nuestros círculos familiares y de amigos.
Tal vez en estos momentos hay que hacer una pausa en nuestro ritmo de vida, un alto que nos permita respirar mejor y más profundo, algo que nos ayude a sentirnos más y mejor con nosotros mismos, porque como es adentro es afuera y si logramos estar plenos y en paz con nosotros, conocernos, perdonarnos y aceptarnos, podremos tener una visión distinta de los demás, una visión más completa, clara y transformadora de aquí en adelante.
Con nuestras prisas diarias hemos olvidado a nuestros aliados naturales y pocas veces nos detenemos y acercamos a contemplar e interactuar con esos aliados, los demás habitantes vivos de este planeta, que con su esencia nos ayudan a sentirnos diferentes, a mejorar nuestros pensamientos, paciencia y humor, a mirarnos en armonía y de una manera más honesta, a encontrarnos con nuestra mejor versión.
Nuestros animales de compañía son parte esencial de nuestra familia, pero también todas las plantas que nos rodean nos ayudan en ésta mejora. Las plantas han acompañado al hombre en toda su historia natural y hemos recurrido a ellas para equilibrar la energía cuando enfermamos, cuando queremos demostrar nuestro amor a otros, cuando nos detenemos a observar su grandeza y hermosura en un paisaje y llevamos a nuestra vida lo que nos gusta de ellas, además nos proveen de beneficios directos de la Tierra y sin darnos cuenta del aire que nos permite seguir con vida. Su esencia está impregnada de química natural, de energía sanadora, de presencia universal y es enriquecedor en estos momentos apreciarlas, cultivarlas, tocarlas y hacer uso de todas sus bondades y delicias.
Es ahora que podemos permitirnos practicar nuestra magia con la Aromaterapia, podemos aventurarnos en conocer y jugar con el mundo de los aromas, estudiar las propiedades de los aceites esenciales y darle rienda suelta a nuestra creatividad e imaginación al crear nuestras propias sinergias, perfumes, recetas. Es momento de enganchar nuestra naturaleza con la esencia de nuestros aliados naturales, porque están ahí para ayudarnos a superar esta y otras contingencias, no sólo sanitarias, también emocionales.
Sobre el Autor: Ariadna Álvarez es Bióloga titulada por la UNAM, dedicada en la actualidad al mundo de los destilados esenciales y el uso de las plantas medicinales.